El titular del Congreso, de 38 años, fue investido en la madrugada del viernes tras la salida de Boluarte, declarada con “incapacidad moral permanente” por el Legislativo.

El Congreso de Perú juramentó en la madrugada de este viernes a José Jerí, presidente del Parlamento, como nuevo mandatario interino del país, luego de la destitución exprés de Dina Boluarte, aprobada por una amplia mayoría legislativa bajo el argumento de su “incapacidad moral permanente”.

Jerí, de 38 años, asumirá la jefatura del Estado hasta las elecciones generales convocadas para abril de 2026, conforme a lo establecido por la Constitución peruana en ausencia de vicepresidentes.

De congresista suplente a jefe de Estado

El ahora presidente interino llegó al Congreso como congresista suplente en las elecciones de 2021, ocupando el lugar del expresidente Martín Vizcarra (2018-2020), quien obtuvo la mayor votación pero fue inhabilitado por el Parlamento para ejercer su escaño. Jerí asumió la presidencia del Congreso en agosto de 2024, tras una serie de acuerdos entre bancadas de derecha y centro que lo posicionaron como figura de consenso.

Un relevo político en medio de la crisis

La investidura de Jerí ocurrió pocas horas después de que el Congreso aprobara, con 122 votos a favor de 130 posibles, las cuatro mociones que declararon la vacancia de Boluarte. La presidenta no asistió al hemiciclo para ejercer su defensa, decisión que aceleró su salida del cargo.

El parlamentario José Quito, de tendencia izquierdista, pidió antes de la votación censurar la mesa directiva del Congreso para impedir que Jerí asumiera la Presidencia, argumentando que el proceso agravará la inestabilidad política del país.

“La crisis se ha desbordado. Si Jerí asume la presidencia, su gobierno no se va a sostener una semana, porque serán las calles las que lo saquen”, advirtió Quito durante su intervención.

Perú, en su séptimo cambio de presidente desde 2016

Con la destitución de Dina Boluarte, Perú suma siete mandatarios en menos de una década, reflejo de una profunda crisis institucional que ha debilitado la confianza ciudadana en las instituciones.

Boluarte, quien asumió el poder en diciembre de 2022 tras la caída de Pedro Castillo, deja el cargo con una aprobación del 3% y múltiples investigaciones por presunta corrupción y violaciones a los derechos humanos durante las protestas que dejaron más de 50 muertos.

Jerí enfrenta ahora el desafío de reconstruir la estabilidad política, restablecer la confianza en las instituciones y conducir la transición hasta las elecciones de 2026.