
El Congreso de la República del Perú aprobó este miércoles una moción que declara al Cartel de los Soles como una organización terrorista, señalándolo como una amenaza externa para la estabilidad y la paz del país.
La iniciativa, impulsada por la bancada ultraconservadora Renovación Popular, obtuvo 73 votos a favor en el pleno y sigue la línea de otros gobiernos de la región, como Estados Unidos, Argentina, Ecuador, Paraguay y República Dominicana, que ya han adoptado la misma clasificación.
Vínculos con el régimen de Maduro y el narcotráfico
En un comunicado oficial, el Parlamento peruano calificó al Cartel de los Soles como una “estructura criminal directamente vinculada al régimen de Nicolás Maduro” y aseguró que mantiene nexos con el narcotráfico y el terrorismo internacional.
De acuerdo con información de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) de Estados Unidos, el cartel habría entregado apoyo logístico y material a organizaciones como el Tren de Aragua, el Cartel de Sinaloa y otros grupos criminales trasnacionales.
Escalada regional
La declaratoria ocurre en medio del despliegue de más de 4.000 militares estadounidenses en aguas cercanas a Venezuela y el Caribe, con barcos, aviones y lanzamisiles destinados a combatir a los carteles del narcotráfico.
El secretario de Estado de EE. UU., Marco Rubio, confirmó que fuerzas norteamericanas realizaron recientemente un “ataque letal” contra una embarcación procedente de Venezuela, lo que dejó once presuntos integrantes del Tren de Aragua muertos.
Posición del Gobierno peruano
El canciller Elmer Schialer respaldó la decisión parlamentaria y afirmó que el Cartel de los Soles “financia actividades que generan el terror”.
“El cartel financia a grupos de delincuencia organizada trasnacional que provocan y siembran el terror. Entre ellos están el Tren de Aragua y el Comando Vermelho de Brasil. Promueven la delincuencia organizada y deben ser enfrentadas con firmeza”, expresó el jefe de la diplomacia peruana.
Con esta decisión, el Congreso peruano refuerza su alineación con Estados Unidos y varios países de la región en la lucha contra las redes criminales internacionales vinculadas al régimen venezolano.