El doctor en física Jaime Forero, de la Universidad de los Andes, explicó el paso del cometa y la importancia de observarlo para obtener datos sobre la historia cósmica del sistema solar.

El cometa 3I/ATLAS, el tercer objeto interestelar conocido que visita el sistema solar, ha despertado el interés de astrónomos y público general por su recorrido excepcional, su posible origen y los interrogantes científicos y místicos que suscita.

Por tal motivo, en entrevista con Olímpica Stereo, el doctor en física Jaime Forero, profesor de planta de la Universidad de los Andes, compartió detalles sobre la importancia del estudio de estos objetos, el sentido existencial que evocan y los debates que se abren ante su inesperada presencia.

Jaime Forero

Un cometa proveniente de fuera del sistema solar

El 3I/ATLAS se distingue por su trayectoria hiperbólica, lo que implica que no está ligado gravitacionalmente al Sol y su paso será transitorio.

Su origen se ubica fuera del sistema solar, según explicó Forero, y se identificó como interestelar al analizar el pasado de su órbita, la cual revela una clara procedencia de las profundidades del espacio interestelar.

Por tal motivo, en entrevista con Olímpica Stereo, el doctor en física Jaime Forero, profesor de planta de la Universidad de los Andes, compartió detalles sobre la importancia del estudio de estos objetos, el sentido existencial que evocan y los debates que se abren ante su inesperada presencia.

Jaime Forero

Un cometa proveniente de fuera del sistema solar

El 3I/ATLAS se distingue por su trayectoria hiperbólica, lo que implica que no está ligado gravitacionalmente al Sol y su paso será transitorio.

Su origen se ubica fuera del sistema solar, según explicó Forero, y se identificó como interestelar al analizar el pasado de su órbita, la cual revela una clara procedencia de las profundidades del espacio interestelar.

El científico enfatizó que la llegada de un objeto de este tipo ofrece una oportunidad única para investigadores y, aunque se han detectado previamente otros visitantes interestelares, describió lo improbable y valiosa que resulta la información que portan:

«Se convierte en ese fermento, en esa semilla, para darnos pistas de cuáles son nuestros orígenes, cuál es la historia de formación de nuestro sistema solar, por qué estamos aquí», manifestó Forero.

Seguridad y observación del paso cercano

Lejos de representar un peligro para la Tierra, 3I/ATLAS se acercará, en su punto máximo, a 1,8 unidades astronómicas, equivalentes a unos 270 millones de kilómetros del planeta y alcanzará el punto más próximo al Sol el 30 de octubre de 2025, a 1,4 unidades astronómicas, casi 210 millones de kilómetros, justo dentro de la órbita de Marte.

3IATLAS

El astrofísico precisó que «no existe una amenaza para nuestro planeta» y subrayó la importancia de la vigilancia astronómica no solo para la seguridad, sino para el descubrimiento de nuevas realidades físicas y químicas del cosmos:

«Primero hacemos una observación y luego intentamos interpretar qué pasa con esas observaciones», explicó Forero, que remarcó que la interpretación científica se basa en los datos que se van recolectando, usando la física, la química y la matemática como herramientas principales.

Origen y enigma de su naturaleza

En opinión de Forero, las dudas sobre el origen exacto de 3I/ATLAS siguen abiertas, y la comunidad científica mantiene hipótesis diversas: «No sabemos cuál puede ser el origen seguro o el tiempo de formación, lo más seguro es que su tiempo de formación debe ser como el de nuestro propio sistema solar miles de millones de años»; sin embargo, los detalles de cómo se formó, su procedencia y su historia previa siguen sujetas a debate.

El docente recalcó que estos objetos pueden haber surgido en discos de formación planetaria de otras estrellas y, posteriormente, ser expulsados y lanzados al espacio interestelar.

La arquitectura gravitacional del universo, detalló, permite que objetos, aunque en casos poco frecuentes, viajen más allá de sus sistemas de origen para encontrarse, eventualmente, con otras estrellas y sistemas planetarios.

3IATLAS

Tecnología, avances y nuevas búsquedas

La detección de 3I/ATLAS es posible por el avance en instrumentos astronómicos y el desarrollo de algoritmos sofisticados.

Forero defendió que el aumento de observaciones de este tipo de cuerpos es una consecuencia no solo al progreso tecnológico, como la puesta en operación del telescopio James Webb, sino a la actitud exploratoria de la comunidad científica.

Además, argumentó que una vez se detecta un fenómeno inusual, los esfuerzos se intensifican para identificar más casos similares, enriqueciendo la visión científica del universo.

«El efecto acumulado de, si se quiere, estos sesgos cognitivos, la tecnología que avanza y la intencionalidad de desarrollar mejores algoritmos, mejores programas de detección, hacen que aparentemente aparezcan más», explicó el astrofísico.

Qué sucederá con 3I/ATLAS después del 30 de octubre

En cuanto al futuro del cometa, el doctor Forero expuso que, tras su paso cercano al Sol, la predicción es que 3I/ATLAS continuará su trayecto hacia el espacio profundo y no volverá a entrar en el sistema solar, a menos que existan perturbaciones inesperadas.

El destino de su núcleo, si se desintegrará o permanecerá íntegro, sigue siendo materia de estudio: «¿Habrá desintegración o no?, sigue siendo objeto de debate. Diferentes partes de la comunidad dan diferentes respuestas, pero lo que seguro, creo que va a poder seguir siendo posible, es que por un tiempo más, vamos a poder seguir observándolo».

Añadió que las dudas actuales podrán despejarse a medida que avance la observación, apelando a la paciencia y a la persistencia investigativa: «Mi respuesta es: ‘No lo sé’, pero observaremos y lograremos, a través de la observación y la interpretación a través de la física y la química, y la matemática, encontrar las respuestas».